Las termitas son una plaga común en muchos hogares, dejando rastros evidentes de su presencia a través de señales visibles. Estos insectos destructivos pueden causar daños graves en la estructura de un edificio si no se tratan a tiempo.
Uno de los primeros indicios de la presencia de termitas son los túneles de barro que construyen para desplazarse. Estos tubos de barro delatan su camino y suelen verse en paredes, cimientos o techos. Si se observan estos rastros, es importante actuar rápidamente para evitar mayores daños.
Otro signo de termitas son los restos de alas caídas cerca de las áreas infestadas. Las termitas aladas, conocidas como enjambres, salen en busca de nuevos lugares para establecer colonias y pueden dejar sus alas una vez encuentran un lugar adecuado para anidar. La presencia de estas alas es un claro indicativo de una infestación cercana.
La madera dañada es otro indicio de la presencia de termitas. Estos insectos se alimentan de madera, dejando galerías y cavidades en su interior. Al golpear la madera infestada, se pueden escuchar sonidos huecos o ver agujeros de salida de las termitas. Es crucial inspeccionar regularmente las estructuras de madera en busca de este tipo de daños.
Además, la presencia de excrementos de termitas es un signo claro de infestación. Estos excrementos, conocidos como frass, son pequeñas bolitas de color marrón oscuro o negro que se acumulan cerca de las áreas infestadas. Identificar y limpiar estos restos es fundamental para controlar la plaga y evitar daños mayores en la propiedad.