Las palomas son aves comunes en áreas urbanas y rurales, pero su presencia puede convertirse en una plaga. Es importante controlar su población para evitar daños en edificaciones y riesgos para la salud pública.
Las palomas pueden transmitir enfermedades a través de sus heces, plumas y parásitos. Adicionalmente, su presencia puede causar obstrucciones en desagües y sistemas de ventilación, lo que conlleva a importantes problemas estructurales.
Una forma efectiva de controlar las palomas es a través de métodos de exclusión, como la instalación de redes o pinchos en áreas donde se posan. Asimismo, se pueden emplear dispositivos de ahuyentamiento sónicos o visuales para disuadir su presencia.
Es fundamental no alimentar a las palomas, ya que esto fomenta su reproducción y supervivencia. Mantener limpias las áreas exteriores, eliminar fuentes de agua estancada y sellar posibles puntos de entrada a edificaciones son medidas preventivas clave.
En casos severos, es recomendable recurrir a empresas de fumigación especializadas en control de plagas de aves. Estas compañías cuentan con profesionales capacitados y productos adecuados para realizar una eliminación segura y efectiva de las palomas.