Las termitas, conocidas por su voracidad, pueden causar graves daños a estructuras de madera en poco tiempo. Su dieta consiste principalmente en celulosa, presente en la madera y otros materiales orgánicos.
Estos insectos son capaces de consumir grandes cantidades de madera, comprometiendo la integridad de edificaciones y muebles. Su actividad puede pasar desapercibida durante años, causando daños costosos y difíciles de reparar.
Las termitas subterráneas son una de las especies más comunes y destructivas, construyendo colonias bajo tierra y desplazándose en busca de alimento. Otras variedades, como las termitas de madera seca, no necesitan contacto con el suelo y pueden infestar estructuras secas.
Su capacidad para digerir celulosa se debe a la presencia de microorganismos simbióticos en su tracto digestivo, que descomponen este material difícil de metabolizar. A pesar de su pequeño tamaño, las termitas pueden causar estragos en grandes construcciones.
Ante una infestación de termitas, es fundamental contactar a profesionales en fumigación y control de plagas para detener su avance y proteger la estructura afectada. La detección temprana y la implementación de medidas preventivas son clave para prevenir daños significativos.