Antes de fumigar la casa, es importante realizar una inspección minuciosa para identificar posibles fuentes de infestación. Busca grietas, humedad y restos de alimentos que atraigan plagas.
Asegúrate de limpiar a fondo la casa antes de la fumigación. Elimina la basura, la acumulación de desechos y limpia a fondo las superficies para reducir las posibles fuentes de alimento y refugio de las plagas.
Protege tus pertenencias personales y alimentos almacenados. Sella los alimentos en recipientes herméticos y cubre o retira objetos delicados o sensibles al tratamiento químico.
Informa a tus vecinos sobre la fumigación para que también tomen medidas preventivas en sus hogares. La coordinación puede ayudar a prevenir la reinfestación de plagas en tu casa.
Antes de la fumigación, sigue las recomendaciones del profesional fumigador. Asegúrate de desocupar la casa según lo indicado y sigue los protocolos de seguridad para proteger a tu familia y mascotas.