Las termitas, conocidas como «las destructoras silenciosas», pueden causar graves daños estructurales en los hogares si no se controlan a tiempo.
Las termitas se alimentan de celulosa presente en la madera, cartón y papel, por lo que cualquier hogar es vulnerable a una infestación.
Detectar a tiempo los síntomas de una infestación de termitas, como huecos en la madera, excrementos tubulares o alas desechadas, es crucial para actuar rápidamente.
Existen diversas técnicas de fumigación y control de plagas efectivas para erradicar las termitas, como el uso de cebos, barreras químicas y tratamientos localizados.
Mantener una constante inspección y mantenimiento preventivo en la estructura de los hogares es fundamental para evitar futuras infestaciones de termitas y proteger la integridad de las edificaciones.