Las fosas sépticas son fundamentales para el tratamiento de aguas residuales en hogares y empresas, evitando la contaminación del medio ambiente.
Mantener la limpieza de las fosas sépticas es crucial para prevenir obstrucciones y malos olores, garantizando su funcionamiento adecuado y prolongando su vida útil.
Es recomendable realizar la limpieza de las fosas sépticas al menos una vez al año, o con mayor frecuencia en caso de un uso intensivo o problemas recurrentes.
La contratación de servicios de fumigación y control de plagas puede ser necesaria para evitar la proliferación de insectos y roedores alrededor de las fosas sépticas.
En resumen, la limpieza periódica de las fosas sépticas, combinada con medidas de control de plagas, es esencial para mantener un entorno saludable y sostenible. ¡No descuides este aspecto clave de tu mantenimiento!