El control de plagas es el conjunto de medidas destinadas a prevenir, eliminar o mantener bajo control las poblaciones de organismos considerados plagas, que pueden afectar la salud humana, la agricultura, el medio ambiente o la infraestructura.
En este sentido, es fundamental comprender los diferentes tipos de plagas existentes, como insectos, roedores, aves, microorganismos, entre otros, y sus características particulares para poder implementar estrategias de control efectivas.
La prevención de plagas es clave para evitar posteriores problemas, incluyendo la limpieza y desinfección adecuada de espacios, la eliminación de fuentes de alimento y refugio, así como el mantenimiento de condiciones higiénicas en general.
El control de plagas puede ser realizado de forma preventiva, a través de métodos no químicos como trampas, barreras físicas o cambios en el entorno, o de forma curativa, utilizando productos químicos como insecticidas, rodenticidas o fungicidas de manera controlada y segura.
Es fundamental contar con el apoyo de profesionales especializados en el control de plagas, quienes evaluarán la situación específica, determinarán las medidas más adecuadas y asegurarán la aplicación de los métodos de control de forma segura y eficaz para proteger la salud y el medio ambiente.