Las termitas, a simple vista, son insectos pequeños de color blanco. Se asemejan a hormigas, pero su cuerpo es menos segmentado y tienen antenas rectas.
El tamaño de una termita suele rondar los 6 milímetros de largo, aunque las termitas reproductoras pueden llegar a medir hasta 25 milímetros. Su cuerpo es blando y pálido, sin alas.
Las mandíbulas de las termitas son fuertes y están adaptadas para masticar la madera. A menudo, estas criaturas son confundidas con hormigas aladas debido a sus similitudes en apariencia.
Su presencia suele pasar desapercibida inicialmente, ya que suelen habitar en dentro de la madera. Sin embargo, pueden causar daños estructurales graves en edificaciones si no se controlan a tiempo.
Detectar a tiempo la presencia de termitas es fundamental para evitar daños costosos. Si notas pequeños túneles de barro en la madera de tu hogar, es probable que tengas una infestación y debes contactar a un profesional en control de plagas.